Creo que a todos los niños les gusta escuchar, leer o inventar historias o cuentos.
Este año he hecho una pequeña participación en Contespoles, un festival de cuentos en el pueblo de Esporles, que tendrá lugar los días 2 y 3 de mayo de 2015. Mi pequeña aportación es una ilustración del punto número dos de un decálogo interesante que ha recopilado la Red Internacional de Cuentacuentos (RIC), El resto del decálogo lo han ilustrado otros autores de la isla y tengo muchas ganas de verlos. ¡No os lo perdáis!
- Todo niño, sin distinción de raza, idioma o religión, tiene derecho a escuchar los más hermosos cuentos de la tradición oral de los pueblos, especialmente aquellos que estimulen su imaginación y su capacidad crítica.
- Todo niño tiene derecho a exigir que sus padres le cuenten cuentos a cualquier hora del día.
- Todo niño que por una u otra razón no tenga a nadie que le cuente cuentos, tiene absoluto derecho a pedir al adulto de su preferencia que se los cuente, siempre y cuando este demuestre que lo hace con amor y ternura, que es como se cuentan los cuentos.
- Todo niño tiene derecho a escuchar cuentos sentado en las rodillas de sus abuelos. Aquellos que tengan vivos a sus cuatro abuelos podrán cederlos a otros niños que por diversas razones no tengan abuelos que les cuenten cuentos. Del mismo modo, aquellos abuelos que carezcan de nietos están en libertad de acudir a escuelas, parques y otros lugares de concentración infantil donde podrán contar cuantos cuentos quieran.
- Todo niño está en el derecho de saber quiénes son los principales autores de cuentos. Las personas adultas están en la obligación de poner sus historias al alcance de los niños.
- Todo niño goza a plenitud del derecho de conocer las fábulas, los mitos y leyendas de la tradición oral de su país.
- El niño también tiene derecho a inventar y contar sus propios cuentos, así como a modificar los ya existentes, creando su propia versión.
- El niño tiene derecho a exigir cuentos nuevos. Los adultos están en la obligación de nutrirse permanentemente de nuevos e imaginativos relatos, propios o no, con o sin reyes, largos o cortos. Lo único obligatorio es que estos sean hermosos e interesantes.
- El niño siempre tiene derecho a pedir otro cuento y a pedir que le cuenten un millón de veces el mismo cuento.
- Todo niño tiene derecho a crecer acompañado de Alicia y el lobo, los músicos de Bremen y el pirata Garrapata, Caperucita y Mini, y del inmortal "Había una vez...", palabras mágicas que abren las puertas de la imaginación en la ruta hacia los sueños más hermosos de la niñez.
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